viernes, 11 de diciembre de 2015

Manejo de Golf VI

Sin duda ésta es la mejor carta de presentación del Golf con la motorización 1.4 TSI y la caja manual -que sabemos muchos odiarán y extrañarán una DSG como la que sí ofrece el hermano rebelde y más costoso llamado GTI.
Al engranar la primera relación de la transmisión se percibe esa sensación que transmiten las cajas manuales alemanas, un tacto firme, preciso y mecánicamente perfecto. El juego del pedal de embrague también es firme, sin llegar a ser duro.
Una vez emprendido el camino todos y cada uno de los 160 caballos de fuerza salen a relucir, la aceleración y torque es constante, es prácticamente imposible percibir si está en funcionamiento el súpercargador o el turbo ya que en ningún momento hay pérdida de presión conocida como “Turbo Lag”, incluso hay un indicador en la pantalla central del cuadro de instrumentos que nos informa cual es el engranaje que deberíamos usar en el momento adecuado para efectos de mejor consumo de combustible.
En los caminos imperfectos es en donde más se nota la buena manufactura alemana del Golf 2013, no hay sorpresas desagradables ni sonidos raros provocados por la dureza de los plásticos interiores.
La suspensión independiente hace su trabajo de una manera notable, es un vehículo firme, sin llegar a ser duro además es muy comunicativo y aunque cuenta con controles de estabilidad y tracción, éstos son poco intrusivos y le permiten al conductor manejar de manera deportiva y alegre si el camino así lo permite.


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